Abandonar el petróleo… el “ser o no ser” de una cumbre climática
Para muchos las noticias pasan y esperan otras. Así de banal vive buena parte del mundo sujeto a los Media.
Sin embargo el tema climático no es algo pasajero, hace años. Es parte del discurso apocalíptico de los medios noticiosos. Pero también es un proceso y un hecho muy real.
Ahora se anuncia un “acuerdo histórico” tras la cumbre en Dubái de este diciembre de 2023. En la misma se emplazó a la mayor parte del mundo para crear formas de transición que permitan al orbe abandonar los combustibles fósiles.
La Conferencia de Naciones Unidas para el Cambio Climático (COP28) derivó concretamente en un acuerdo final para exigir el cambio acelerado de los países en sus sistemas energéticos. Pero que esta celeridad responda a una transición justa y ordenada.
Hubo escepticismos, y quizá persistan, pero es la primera ocasión en la que la COP expresa claramente la intención de alejarse del petróleo y sus derivados como el gas.
Hablamos de un megasistema global que ha diseñado toda la economía “fuerte” por décadas. Para todos es sabido que responde a complejos intereses que no se desmontan o transforman de la noche a la mañana. La rapidez que se demanda por los representantes en la cumbre climática se percibe ahora en el nivel de las relaciones diplomáticas. Incluso en esta cumbre parece haber resonado un juego cada vez mayor con la retórica del lenguaje diplomático, porque se recurrió a la persuasión mediante el uso del lenguaje para poder encontrar puntos de consenso y entendimiento ante la imperiosa necesidad de “enfriar el planeta”.
Pero realmente quienes activen los cambios se encuentran entre los inversores; los gobiernos, transnacionales, corporaciones; y los consumidores de este gran rubro. Por lo que compete a la gran mayoría de una cadena donde aún se carece de una sensibilidad mayor respecto al problema real que implica el calentamiento del planeta, el consumo energético y el agotamiento de las reservas fósiles, entre otros problemas.
En la cumbre se apuntó hacia las inversiones futuras y de largo plazo como las energías renovables. Se destacó que los combustibles fósiles resultan hace rato un “activo varado”.
Aunque regresaremos a este tema, es preciso apuntar que su complejidad esconde muchos intereses y mucho no será como se ha propuesto. Pues es harto sabido que tras firmas y acuerdos internacionales de toda naturaleza, muchos países y consorcios incumplen con lo que se han comprometido.