La noche de Chiapas: aumentan enfrentamientos, muertes, agresiones y terror.
La escalada de los grupos criminales en territorio chiapaneco se hace mayor. Los poderes del Ejército, la GN y fuerzas policiales, por las causas que sean, parecen inferiores ante la violencia delincuencial.
Mientras, mueren civiles y jóvenes militares. Los pobladores insisten en la extrema inseguridad con vistas a elecciones en medio de situaciones alarmantes. Parte importante de la Iglesia llama a orar ante el embate de una violencia sin control y quienes emplean sus medios y voces como periodistas son atacados para intentar callarlos mediante un mayor terror social.
Sierra de Chiapas: criminales utilizan drones explosivos contra Ejército Mexicano.
Un grupo delincuencial en la Sierra de Chiapas llevó a cabo un ataque con drones cargados de explosivos contra el cuartel del 101 Batallón de Infantería en el municipio de Chicomuselo. Este acto violento representa una peligrosa escalada en el conflicto que afecta a la región, marcando un punto crítico en la creciente tensión entre fuerzas armadas y grupos delictivos.
El ataque con drones, una táctica cada vez más empleada por estos grupos, pone de relieve la sofisticación y el poder de fuego que han adquirido en los últimos años. A pesar de la gravedad del incidente, las autoridades militares no han informado oficialmente sobre bajas o daños significativos, lo que mantiene la incertidumbre sobre las repercusiones inmediatas del ataque.
Este acto se suma al incidente ocurrido la semana pasada en la comunidad de Regadillo, también en Chicomuselo, donde pobladores se enfrentaron a elementos del Ejército Mexicano durante un patrullaje en la zona. En ese enfrentamiento, afortunadamente, no se reportaron lesionados, pero dejó claro el ambiente de tensión y hostilidad que prevalece en la región.
La situación en la Sierra de Chiapas ha generado un clima de inestabilidad y temor entre la población. El pasado domingo, en el municipio de Jaltenango, región de la Frailesca, residentes de diversas comunidades serranas se congregaron en la cabecera municipal para exigir la retirada del Ejército Mexicano, la Guardia Nacional y la Policía Estatal. Esta manifestación refleja el creciente descontento y la desconfianza de las comunidades hacia la presencia militar y policial, que consideran más como una amenaza que como una protección ante la violencia imperante; y en última instancia no han arrojado resultados que indiquen algo positivo en cuanto a protección y seguridad de la población.
Además de las confrontaciones directas, los habitantes de la Sierra han sido obligados a participar en bloqueos que afectan las comunicaciones y el libre tránsito en diversas localidades. En los municipios de Escobillal (Amatenango de la Frontera), Siltepec y Chicomuselo, así como en las comunidades de Chamic y El Jocote en Frontera Comalapa, estos bloqueos se han vuelto frecuentes, agravando la crisis humanitaria en la región.
La situación en la Sierra de Chiapas es un reflejo de la complejidad del conflicto en la zona, donde la lucha por el control territorial entre grupos delictivos y la intervención militar han dejado a las comunidades en medio de una espiral de violencia y represión. La demanda de los pobladores de Jaltenango para el retiro de las fuerzas de seguridad resalta la desesperación y el miedo que sienten ante la escalada del conflicto.
Hasta el momento, las autoridades no han emitido una respuesta clara a las exigencias de los manifestantes, ni han detallado las medidas que tomarán para enfrentar el creciente poder de los grupos armados en la región. En un contexto donde la violencia se intensifica, la situación en la Sierra de Chiapas requiere de una atención urgente y un enfoque integral que priorice la seguridad y el bienestar de la población civil.
Pero nada de ello ha sucedido.
Soldado fallece en ataque. Enfrentamientos en Benemérito de las Américas.
A través de redes sociales se informó que el soldado de Infantería del Ejército Mexicano, Jaime Durán Laguna, falleció tras ser herido en un ataque con dron al destacamento militar ubicado en el Auditorio Municipal de Chicomuselo, Chiapas. Perpetrado en la noche del 19 de agosto con un dron cargado de explosivos, la situación desató la alarma y el terror en la zona.
El ataque se atribuye al autodenominado Cártel de Chiapas y Guatemala. Según los reportes, el CCYG –como se percibe en gorras abandonadas en otros enfrentamientos en el área– opera con apoyo de grupos criminales guatemaltecos. A través de un comunicado en redes sociales, el grupo criminal afirmó que no tendrá piedad con quienes se interpongan en su camino, asegurando que no respetarán ni a las autoridades.
El ataque al destacamento militar en Chicomuselo no fue un hecho aislado. Según los mismos reportes, los delincuentes emboscaron también la base militar de Cerecillo en el municipio, utilizando drones de alta tecnología. La base conformada por 27 elementos del Ejército fue severamente atacada, aunque el número total de bajas no se ha confirmado.
Durante las primeras horas de este miércoles 21 de agosto, además de estos incidentes en Chicomuselo, personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) fue emboscado mientras realizaba labores de patrullaje disuasivo en la cabecera municipal de Benemérito de las Américas. Aproximadamente a la 01:00 horas, soldados que patrullaban la zona fueron sorprendidos por personas armadas que se desplazaban en camionetas negras.
El enfrentamiento fue violento, con fuertes ráfagas de armas de fuego intercambiadas entre los soldados y los delincuentes. En el lugar quedó un masculino sin vida, presumiblemente uno de los agresores, mientras que el personal militar no sufrió bajas, aunque se reportaron daños a los vehículos oficiales.
Las autoridades militares han intensificado las operaciones en la región, pero la situación se mantiene tensa. Se espera la llegada de servicios periciales para levantar los indicios en el lugar de los enfrentamientos.
La violencia en Chiapas continúa escalando, generando mayor preocupación por la seguridad, tanto de los civiles como de las fuerzas de seguridad desplegadas en la zona.
Habitantes de Pantelhó, rechazan elecciones y exigen seguridad.
El martes 20 de agosto, en consecuencia con la Asamblea general que efectuaron el pasado lunes 12 –hecho publicado desde el 15 en OjodeHipopótamo–, varios habitantes de Pantelhó protestaron nuevamente. Esta vez se dirigieron al Instituto de Elección y Participación Ciudadana (IEPC), al Instituto Nacional Electoral (INE) y a los tres niveles de gobierno. Exigen reiteradamente la cancelación de las elecciones programadas para el próximo domingo 25 de agosto. Las mismas están destinadas a definir las autoridades municipales sobre un tramo carretero que conecta con diversas comunidades de la región de los Altos de Chiapas.
Los manifestantes, preocupados por la creciente violencia en la zona, realizaron un bloqueo de las vías de acceso y excavaron zanjas para impedir el paso de vehículos. Además, han expresado su temor debido a la presencia de hombres armados en la región, que ha aumentado la inquietud entre los residentes.
En un video compartido en redes sociales, los habitantes acusaron al IEPC y al INE de ser responsables de posibles muertes durante las elecciones, al no garantizar la seguridad necesaria para llevar a cabo el proceso electoral en un entorno marcado por la violencia de grupos armados. En el video, los residentes también denunciaron la presencia de sicarios liderados por el ex-concejal Alberto González Santis y Mateo López Canté, quienes, según los habitantes, han estado involucrados en actos violentos recientes.
“Estamos en un momento crítico de violencia. Los responsables de cualquier incidente el próximo 25 de agosto serán el IEPC y el INE, ya que no están asegurando las garantías necesarias”, expresaron los habitantes en el video. También hicieron un llamado a las autoridades para que expulsen a González, a López y otros individuos relacionados con actos de violencia y delincuencia.
Los residentes finalizaron su pronunciamiento reiterando su rechazo a las elecciones y demandaron una respuesta inmediata para garantizar la seguridad en el municipio. La situación en Pantelhó sigue siendo tensa mientras los habitantes exigen medidas concretas para proteger a la comunidad y evitar que se repitan los actos de violencia que han marcado la región en los últimos tiempos.
La Iglesia Presbiteriana de Motozintla llama a la oración urgente ante ola de violencia.
“Cristo es el Camino”, Iglesia Presbiteriana en el municipio chiapaneco de Motozintla, ha emitido un llamado urgente a la comunidad religiosa y a la población en general para unir esfuerzos en oración ante la grave situación de violencia que atraviesa la localidad. Según un comunicado difundido por la iglesia, Motozintla se encuentra bajo el asedio de un grupo delictivo, por lo que domina un ambiente de temor e incertidumbre entre los habitantes.
El comunicado de la iglesia, compartido en diversos canales de comunicación, expresa profunda preocupación por el cierre forzado de comercios y oficinas en todo el municipio. Esta medida, impuesta por la organización criminal que mantiene el control en la zona, busca reclutar a los pobladores para enfrentarlos a una banda rival, intensificando aún más la tensión en la comunidad. “Estamos en zozobra, amenaza y peligro, ayúdennos orando por Motozintla, Chiapas”, se lee en el mensaje, que refleja la desesperación de los residentes.
La creciente violencia en la región ha paralizado la vida cotidiana en Motozintla. Los habitantes han cerrado sus negocios y permanecen en sus hogares por temor a represalias, mientras la actividad económica del municipio se ha visto gravemente afectada. El llamado de la iglesia a la oración busca, además de consuelo espiritual, movilizar a la comunidad en busca de una solución pacífica ante la creciente inseguridad.
El mensaje difundido por la Iglesia Presbiteriana ha resonado con fuerza en las redes sociales, donde se han multiplicado las denuncias sobre extorsiones y amenazas que enfrentan los comerciantes no sólo en Motozintla, sino en otras localidades de Chiapas. En particular, se ha señalado que el cierre de gasolineras y la exigencia de “cuotas” a los negocios se han convertido en prácticas comunes, exacerbando la crisis económica y social en la región.
El comunicado concluye bendiciendo a los habitantes, esperando la intervención divina que traiga paz y seguridad a una comunidad que vive una de sus peores crisis. La iglesia está con sus fieles y los motiva a mantenerse firmes en su fe durante estos tiempos difíciles.
La situación en Motozintla refleja una problemática más amplia. En diversas regiones de Chiapas la violencia y la impunidad han cobrado un alto costo vital que afecta a todas las comunidades. Ante la falta de una respuesta efectiva por las autoridades, el llamado de la Iglesia Presbiteriana subraya la necesidad de buscar soluciones desde la fe y la solidaridad comunitaria, mientras se continúa exigiendo justicia y seguridad para todos los chiapanecos.
Pobladores de Motozintla han manifestado su preocupación por la constante amenaza de violencia persistente en la región. En la superficie se aparenta tranquilidad, pero la comunidad vive con el temor constante de que en cualquier momento puedan estallar balaceras. Esta sensación de inseguridad se ha mantenido a pesar de las reiteradas solicitudes de intervención por parte de las autoridades.
Los habitantes de Motozintla, un municipio situado en la Sierra Mariscal, admiten vivir a la espera continua de enfrentamientos entre grupos armados. Aunque el próximo lunes de 26 de agosto iniciará el ciclo escolar 2024-2025 en las escuelas públicas, existe la posibilidad de suspenderlas ante cualquier amenaza. Esto subraya la fragilidad de la situación en la zona.
Periodista Ariel Grajales Rodas es baleado en su domicilio.
El gremio periodístico ha vuelto a sacudirse por otro acto de violencia. Ariel Grajales Rodas, director de la página digital “Villaflores.com”, fue atacado a balazos en su domicilio en las primeras horas de este miércoles 21 de agosto.
Según reportes oficiales, alrededor de las 00:30 horas un grupo de civiles armados irrumpió en su vivienda, ubicada en la 7a Poniente entre 2a y 3a Sur, número 57, en el municipio chiapaneco de Villaflores.
Los agresores ingresaron al domicilio y abrieron fuego contra Grajales Rodas, dejándolo gravemente herido. Tras el ataque, el periodista fue trasladado de urgencia por sus familiares al Hospital General Bicentenario, donde se reporta en estado crítico.
La Fiscalía General del Estado (FGE), a través de la Fiscalía de Distrito Fraylesca, ha iniciado las investigaciones correspondientes para esclarecer los hechos y dar con los responsables del atentado. En un comunicado, esta fiscalía distrital informó que a través de una llamada al 911 se alertó a las autoridades sobre el ataque en el barrio Esquipulas de Villaflores. De inmediato, elementos de la Policía de Investigación y Servicios Periciales se trasladaron al lugar para recabar evidencias y llevar a cabo las diligencias correspondientes.
El ataque contra Ariel Grajales Rodas ha generado indignación entre sus colegas y la sociedad civil, quienes exigen justicia y el esclarecimiento de los hechos. La violencia contra periodistas en Chiapas es un tema recurrente, y este nuevo ataque subraya nuevamente los riesgos que enfrentan quienes ejercen el oficio periodístico en la región.
Las autoridades han reiterado su compromiso de investigar a fondo el caso para determinar responsabilidades y llevar ante la justicia a quienes hayan cometido este acto violento.
En junio fue hallado sin vida Víctor Alfonso Culebro Morales, director del portal noticioso “Realidades”, entre los municipios Arriaga y Jiquipilas, a la altura del kilómetro 28, según informó la Fiscalía del Estado en Chiapas.
De 39 años, Culebro Morales era hijo de Mario Carlos Culebro Velasco, exsecretario de Gobierno en 2018 y reciente coordinador de campaña del Partido Verde Ecologista de México en Tapachula. Fuentes policiales indicaron que el cuerpo de Víctor Alfonso fue encontrado atado de pies y manos, con la cabeza cubierta y evidentes signos de golpes, además de presuntos impactos con arma de fuego.
La preocupación por la seguridad de los periodistas en la entidad persiste, mientras la comunidad periodística exige mayores garantías para el ejercicio de su labor.