Osiel, el capo libre

Oriundo de Matamoros, Tamaulipas, tierra de criminales y muerte, la familia Cárdenas Guillén pasó a la historia como una dinastía de narcotraficantes que hicieron historia en el mundo del hampa. Osiel Cárdenas fue el que más lejos llegó: de ser “madrina” de la Policía Judicial Federal pasó a ser traficante de drogas y mediante asesinatos y traiciones se entronizó como jefe del Cártel del Golfo, en 1997, año en que también fundó el grupo armado Los Zetas. Sus hermanos –Mario y Ezequiel Cárdenas, “El Tony Tormenta”– también enfrentaron desenlaces drmáticos y trágicos: el primero fue extraditado a Estados Unidos, donde carga con una cadena perpetua, mientras que el segundo fue abatido en 2010 por efectivos de La Marina. La misma suerte han corrido primos, sobrinos y familiares cercanos a Osiel Cárdenas, condenado a 25 años en Estados Unidos. Legalmente tendría que salir de prisión en 2028, pero debido a una reducción de sus penas, el capo del Golfo podría ser liberado a sus 56 años. Y el tiempo ha llegado. Osiel ya fue liberado.

Después de compurgar una condena de poco más de veinte años, Osiel Cárdenas Guillén, conocido en el mundo del hampa como “El Mata-amigos”, ya fue liberado en Estados Unidos. El Departamento de Justicia y la DEA, confirmaron que el capo quedó en libertad el jueves 29 de agosto.

De esta forma, puede parecer que Cárdenas Guillén regrese a sus andanzas en el sórdido mundo del narcotráfico o bien quedarse a vivir en Estados Unidos para evitar ser asesinado o secuestrado por sus rivales en México.

Desde febrero de este año, ya con conocimiento de que saldría en libertad, Cárdenas Guillén le pidió a sus abogados en México que tramitaran ante los tribunales un amparo a fin de evitar que sea detenido en México.

Cárdenas Guillén fue capturado en 2003 en Matamoros. Y en 2007 fue extraditado a Estados Unidos. En México estaba siendo procesado por varios delitos, entre otros, tráfico de drogas, homicidio, portación de armas prohibidas y asociación delictuosa. Los cargos quedaron suspendidos temporalmente debido a su extradición, en el sexenio de Felipe Calderón, pero podrían reactivarse si el llamado “Capo del Golfo” regresa a territorio mexicano.

La semana pasada trascendió en medios mexicanos, particularmente digitales, que Cárdenas Guillén había sido liberado; pero las autoridades de Estados Unidos no confirmaron el dato. La DEA fue la que aclaró que su libertad sería otorgada el último día de agosto.

Ficha de búsqueda a Osiel Cárdenas emitida por el Buró Federal de Investigaciones de EUA. Imagen: redes sociales, procesada por OjodeHipopótamo.

Osiel Cárdenas Guillén encabezó el Cártel del Golfo de 1996 a 2003; tras su detención, quien heredó el trono fue su hermano Ezequiel Cárdenas, conocido como Tony Tormenta, abatido a tiros por efectivos de la Marina en el sexenio de Felipe Calderón. Posteriormente fue Mario Cárdenas quien tomó el mando de la organización, pero fue detenido y extraditado a Estados Unidos. Tras declararse culpable, recibió una condena de diez años y su liberación está programada para 2026.

Osiel: La historia negra

Osiel Cárdenas Guillén –preso hasta hace un día en una cárcel de Estados Unidos, donde purgaba una condena de veinticinco años– construyó una estructura criminal y financiera con el respaldo de socios y familiares, entre ellos, sus hermanos, quienes terminaron presos o ejecutados por sus rivales en el mundo de las drogas.

En estricto sentido, los Cárdenas Guillén se convirtieron, dentro de ese negocio, en toda una dinastía criminal, poderosa. Y a finales de los años noventa se consideraba casi indestructible, pues habían fundado su brazo armado –Los Zetas– con el respaldo de exmilitares, la mayoría de ellos desertores de las Fuerzas Armadas.

MÉXICO, D.F., 30 de SEPTIEMBRE de 2015.- La Agencia de Investigación Criminal de la Procuraduría General de la República (PGR), anunció la extradición de 13 criminales a Estados Unidos, Jorge Costilla Sánchez El Coss es uno de ellos. Imagen: AIC/CUARTOSCURO.COM

La lista de los hermanos Cárdenas Guillén es larga. Por ejemplo, Antonio Cárdenas Guillén, hermano de Osiel, fue socio de José Eduardo Costilla Sánchez, El Coss, jefe del Cártel del Golfo tras la caída de Osiel Cárdenas, en 2003. Costilla era hombre de todas las confianzas del entonces jefe del Cártel del Golfo. Antonio se había iniciado en el negocio criminal en la década de los años ochenta, antes que Osiel.

El 13 de diciembre de 2021 fue detenido en Brownsville, Texas, Osiel Cárdenas (hijo) –el Mini Osiel–, acusado de violar la libertad condicional otorgada por un juez tras ser vinculado a proceso por haberse hecho pasar por un agente federal y portar un arma. Actualmente esta sentenciado a cinco años de prisión en Estados Unidos.

Osiel Cárdenas Jr. Imagen: Tomada de las redes sociales. Procesada por OjodeHipopótamo.

Su padre, líder del Cártel del Golfo desde 1996 hasta su captura, en 2003, a manos de efectivos militares y la policía federal, nació el 18 de mayo de 1967 en la ciudad de Matamoros, Tamaulipas. Alllí trabajó desde los catorce años como empleado de una fábrica maquiladora. Además fue mesero y mecánico.

A los diecinueve años contrajo matrimonio con Celia Salinas Aguilar –madre de Osiel Jr.– a quien conoció en una de las fábricas en las cuales trabajó. Posteriormente ambos se mudaron a uno de los talleres donde el narcotraficante trabajaba, pues en ese entonces había iniciado su vida criminal: vendía cocaína.

Osiel Cárdenas traficaba drogas principalmente hacia Brownsville, Texas, donde fue detenido en varias ocasiones. En una de sus capturas fue condenado a cinco años de prisión. Eso ocurrió en 1993.

Pero a través de un procedimiento lleno de insuficiencias, fue extraditado a México. Tras permanecer dos años encarcelado, salió de prisión en 1995.

Luego de recobrar su libertad, Osiel Cárdenas se unió a la extinta Policía Judicial Federal. Operó como “madrina” –soplón– y ahí conoció a muchos narcotraficantes que eran miembros del Cártel del Golfo, grupo criminal que Cárdenas Guillén terminó de construir en sociedad con sus hermanos y otros conocidos. Así, fundaron el grupo armado Los Zetas, en 1996, que se convirtió en el brazo armado de ese Cártel.

Arturo Guzmán Decena, conocido como El Z-1, uno de los personajes más sanguinarios del mundo criminal de México. Imagen: Archivo DEF, procesada por OjodeHipopótamo.

Después de reclutar a Arturo Guzmán Decanas –El Z-1, un exmilitar y miembro de las Fuerzas Especiales del Ejército– Osiel dio forma a Los Zetas, el primer grupo paramilitar al servicio del crimen organizado, en particular del Cártel del Golfo.

Tras su captura en 2003 y su posterior extradición de México en 2007, Osiel transfirió el mando del Cártel a su hermano Antonio Ezequiel Cárdenas.

Conocido como Tony Tormenta, Ezequiel nació el 5 de marzo de 1962. Este personaje comandó el Cártel del Golfo durante los años más violentos, en plena guerra contra el narcotráfico, la cual fue declarada en 2006 por el entonces presidente Felipe Calderón.

Pero su buena estrella se apagó pronto. Ezequiel Cárdenas fue abatido durante un enfrentamiento con efectivos de la Marina en noviembre de 2010 en Matamoros. El mando del Cártel fue tomado por el otro hermano de Osiel Cárdenas –Mario Cárdenas Guillén–, el tercer miembro de la familia de narcotraficantes.

Pero su paso por el crimen, y sobre todo por la jefatura, fue fugaz: Mario Cárdenas fue capturado el 4 de septiembre de 2012 en  Altamira, Tamaulipas. Fue internado en el CEFERESO No 1 o Penal del Altiplano, en el Estado de México, lugar donde estaría condenado a pasar 21 años. Sin embargo, el 31 de agosto de 2017 fue extraditado a Estados Unidos, pues las autoridades de aquel país lo solicitaron para procesarlo por diversos delitos relacionados con el crimen organizado.

Mientras, la condena de Osiel Cárdenas por 25 años comprende lavado de dinero, amenazas y delitos contra la salud. Una pena que debería cumplirse el 1 de noviembre de 2028, pero que obtuvo una reducción de sentencia otorgada por autoridades estadunidenses.

Con esta aparente liberación en agosto de 2024 el capo tendría 56 años, lo que abre la posibilidad de que pueda regresar a sus andanzas en el mundo criminal.

No corre la misma suerte su hermano Mario Cárdenas Guillén, extraditado a Estados Unidos. Las investigaciones en su contra iniciaron en el 2000, cuando el capo se encontraba en la cárcel y continuaba operando para el Cártel del Golfo. Enfrenta cargos por narcotráfico en Texas y fue sentenciado a cadena perpetua, por lo que corre el riesgo de permanecer encerrado de por vida en una prisión estadunidense.

Acorde con el expediente radicado en el Distrito Este de Texas, Mario Cárdenas –actualmente con 57 años– fue acusado formalmente por un gran jurado federal el 20 de junio de 2012. Conocido como El M1, Metro, Gordo o Señor gordo, cayó en desgracia tras ser detenido al intentar vender en Estados Unidos cinco kilos de cocaína. Tras su captura, el 17 de mayo de 2022 la Fiscalía General de la República lo entregó a las autoridades estadunidenses en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

Las capturas no terminan para la familia Cárdenas Guillén. En junio de 2022 fue capturado Víctor Hugo Cárdenas, hijo de José Alfredo Cárdenas Guillén, El Contador, sobrino del exlíder del Cártel del Golfo. Conocido como El Chaparro, Víctor Hugo Cárdenas era jefe de una célula del Cártel del Golfo en Matamoros, donde es conocido como “El cártel de Matamoros”. Fue capturado junto con tres de sus escoltas.

La caída de Osiel Cárdenas

El día que lo iban a detener en Matamoros, Tamaulipas, Osiel Cárdenas realizó una fiesta. Celebró los quince años de su hija. Él estuvo presente. Compró cervezas, hubo música y carne asada.

En la Procuraduría General de la República (PGR), un hombre avezado en las investigaciones criminales –José Luis Santiago Vasconcelos, entonces subprocurador de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada– ya conocía los pormenores de la fiesta.

Desde hacía varios meses habían intervenido el teléfono de la hija de Osiel Cárdenas Guillén y, a través de las conversaciones con su padre, Vasconcelos pudo conocer detalles sobre el festejo de los quince años.

Los teléfonos de Osiel Cárdenas no los podían intervenir tan fácilmente. El capo utilizaba un número diferente cada día. Según las declaraciones de “Juanito”, su asistente, Osiel tenía 31 teléfonos celulares y usaba uno diferente cada día para evitar ser intervenido por las autoridades o por algunos rivales en el negocio del narcotráfico.

Sin embargo, la PGR pudo intervenir el teléfono de la hija de Osiel y, de esa forma, se enteraban de los planes familiares, como el festejo de los quince años, para lo cual se organizó un operativo y efectuar la captura del capo.

La instrucción que se les giró tanto a los agentes federales como a los militares fue que permitieran la organización de la fiesta, que no perturbaran al jefe del Cártel del Golfo. Para localizar la casa donde estaría Osiel se debía poner mucha atención a un detalle: donde oliera a carne asada, ahí sería la fiesta y ahí justamente estaría Osiel Cárdenas Guillén.

Un nutrido grupo de agentes federales, apoyados por un cuerpo de élite del Ejército Mexicano, acordonaron la zona donde estaba Osiel desde la noche anterior. La fiesta, en efecto, se realizó. Y al día siguiente muy temprano, cuando Cárdenas Guillén dormía, el equipo ingresó al domicilio para detenerlo.

Osiel siempre dormía vestido, por si acaso había que salir corriendo. Se levantó de la cama y corrió hacia el patio para brincarse la barda y evadir la acción de la justicia. Pero del otro lado ya lo esperaba otro grupo de policías y militares, quienes lo aprehendieron.        

Es necesario ir más atrás: después de la captura de Juan García Ábrego, quien dirigió el Cártel del Golfo durante todo el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, Salvador Gómez Herrera –El Chava Gómez– se abrió paso para quedarse en su lugar. Osiel Cárdenas también controlaba una parte del grupo criminal, pero El Chava Gómez le estorbaba para realizar sus planes de apropiarse del Cártel.

En una ocasión, Osiel Cárdenas le habló por teléfono a Gómez Herrera. Lo invitaba a ir a Matamoros.

Está bien, compadre, te espero en el mismo punto –dijo El Chava Gómez.

En una hora estoy contigo –respondió Osiel Cárdenas.

Y así fue. Osiel Cárdenas Guillén pasó por Salvador Gómez Herrera. Al llegar al lugar, Osiel le dejó el volante de su camioneta a su chofer. Gómez Herrera se acomodó en el asiento del copiloto y Cárdenas se sentó en la parte trasera del vehículo.

Cuando iban platicando, Osiel sacó la pistola y le disparó en la cabeza a El Chava Gómez, quedó con el mentón rígido pegado al cristal de la ventanilla. Luego, el cuerpo fue abandonado en un paraje. Las autoridades lo hallaron varios días después, cuando ya estaba en completo estado de descomposición.

Así fue como Osiel Cárdenas se entronizó en el liderazgo del Cártel del Golfo y comenzó a construir la empresa criminal, con el respaldo de Los Zetas, el grupo armado conformado por militares y construido por Arturo Guzmán Decenas –asesinado en 1997– y Heriberto Lazcano Lazcano, El Lazca, al frente de Los Zetas durante varios años, hasta que el grupo se dividió: una parte la encabezaba Miguel Ángel Treviño Morales y la otra El Lazca mismo hasta que fue eliminado, según la versión oficial, en la zona carbonífera de Sabinas, Coahuila, durante un enfrentamiento con efectivos de la Marina.

Heriberto Lazcano Lazcano, El Lazca, cabeza de Los Zetas tras la ejecución en 1997 de Arturo Guzmán Decenas, el El Z-1. Imagen: tomada de las redes sociales. Procesada por OjodeHipopótamo.

El cuerpo de Heriberto Lazcano, sin embargo, fue robado de la funeraria y rescatado varios días después. Ante las dudas respecto a si el cuerpo era realmente del jefe de Los Zetas, las autoridades federales dijeron que se realizarían exámenes de ADN a los familiares del exmilitar, quienes viven en Apan, Hidalgo. Pero después el caso se sumió en el silencio y nada se supo de los exámenes ni de los resultados.

Con el paso del tiempo, ya sin liderazgo por medio, Los Zetas terminaron separados del Cártel que los conformó. Se volvieron un Cártel independiente. Muy versátil. Operaban en pequeñas células y se convirtieron en toda una franquicia criminal. Tenían una amplia diversificación de actividades: operaban con varias tipologías delictivas, entre otras, extorsiones, secuestros, venta de protección, tráfico de drogas, tráfico de personas, regenteaban a mujeres a las que incorporaron a la prostitución, cobraban derecho de piso a bares, cantinas y burdeles; también cobraban por el uso de la franquicia Zeta a todo grupo que quisiera “trabajar” en el campo del hampa utilizando el nombre.

MÉXICO, D.F, 04 de MARZO de 2015. La Policía Federal y el Ejército Mexicano trasladaron a la SEIDO a Omar Treviño Morales conocido como El Z-42, considerado como líder de Los Zetas. Imagen: DIEGO REYES/CUARTOSCURO.COM

Los Zetas han venido a menos en los últimos años. Ahora hay varios grupos surgidos de ese tronco: el grupo Sombra, los Zetas Nueva Generación y el Cártel del Noreste. De los viejos Zetas, sobre todo de los fundadores del grupo criminal, nadie queda activo. Todos están muertos o presos.

Narcogobernadores.

Los Zetas y el Cártel del Golfo tuvieron su etapa de mayor esplendor en los sexenios de Manuel Cavazos Lerma, Tomás Yarrington Ruvalcaba y Eugenio Hernández Flores, quienes fueron gobernadores de Tamaulipas.

Manuel Cavazos Lerma. Gobernador de Tamaulipas de 1993 a 1999. Bajo su mandato se conformó el Cártel del Golfo. Actualmente es senador por la vía plurinominal en Tamaulipas. Imagen: tomada de las redes, procesada por OjodeHipopótamo.

Con Cavazos Lerma el Cártel del Golfo se convirtió en una organización poderosa. Eran los tiempos de Juan García Ábrego, sobrino de Juan Nepomuceno Guerra, el fundador del Cártel según se ha dicho.

El viejo cacique de Matamoros, como le decían, estuvo ligado al tráfico de alcohol en los años cuarenta; luego se metió al narcotráfico y fundó el Cártel.

En 1996 y 1997 surgió el grupo armado Los Zetas. Eran los tiempos de Yarrington Ruvalcaba, quien estuvo preso en Estados Unidos desde 2017 hasta julio de 2024, luego de que lo ubicaron y detuvieron en Florencia, Italia, donde vivía con otra identidad.

Fue extraditado a Estados Unidos y procesado por narcotráfico. Para la justicia norteamericana, Yarrington no es un político que protegió al crimen, por el contrario, lo ven como un capo que hizo del narcotráfico un gran negocio.

Adquirió propiedades al por mayor cuando fue gobernador de Tamaulipas: casas, ranchos, islas, autos de lujo… Todo lo que podía comprar con dinero, lo obtuvo. También utilizó a prestanombres para registrar algunas propiedades, negocios inmobiliarios y empresas que se beneficiaron con la obra pública del gobierno. De Yarrington se dijo que utilizó los programas sociales para lavar dinero del narcotráfico en Tamaulipas.

CIUDAD DE MÉXICO, 09 de ABRIL de 2017.- La Procuraduría General de la República informaba que, gracias a la colaboración de la Subprocuraduría Jurídica y de Asuntos Internacionales, la Agencia de Investigación Criminal, así como las autoridades del gobierno de Italia, se lograba la ubicación y detención del Tomás Jesús Yárrington Ruvalcaba. En la imagen, el ex-gobernador durante un evento de la Asociación Nacional de Locutores de México, el 28 de julio de 2005. FOTO: MOISÉS PABLO/ARCHIVO/CUARTOSCURO.COM

Luego le entregó el poder a Eugenio Hernández Flores, quien era alcalde de Ciudad Victoria. La campaña de Hernández, de acuerdo con su expediente criminal, fue pagada con dinero del narcotráfico. Fueron los empresarios ligados al Cártel del Golfo los que le dieron millones de dólares para llevar a cabo el proyecto político y criminal. De esta forma, permitió que los empresarios continuaran con el negocio del narco en Tamaulipas.

Eugenio Hernández Flores –quien vivía en Cancún– actualmente está libre y es legislador de MORENA, acusado de comprar un terreno que era propiedad del gobierno del estado y cuyo valor fue disminuido completamente. El terreno está ubicado muy cerca de la zona portuaria de Altamira.

También cuenta con una orden de extradición por parte del gobierno de Estados Unidos, pues en una corte estadunidense tiene un expediente abierto por lavado de dinero, ya que no pudo acreditar el origen de unos 30 millones de dólares que depositó en bancos de ese país.

De acuerdo con su dicho, el dinero proviene de sus negocios inmobiliarios, pero para las autoridades norteamericanas los recursos son producto de la protección que Hernández Flores otorgó al crimen organizado durante su etapa como gobernador de Tamaulipas.

El caso de lavado de dinero estaba siendo investigado por la PGR al inicio del sexenio de Enrique Peña Nieto. Se afirma que Hernández Flores habló con Peña Nieto de su caso y extrañamente Jesús Murillo Karam –entonces procurador General de la República– le otorgó el no ejercicio de la acción penal.

CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS, 21 de MAYO de 2010.- Eugenio Hernández Flores, gobernador de Tamaulipas y Enrique Peña Nieto, gobernador del Estado de México, durante las actividades de clausura del «Primer Foro Internacional de Vivienda, Querétaro 2010, Desarrollo Habitacional, Conago». Imagen: ARCHIVO / DEMIAN CHÁVEZ/CUARTOSCURO.COM

Sin embargo, en Estados Unidos la investigación en su contra continuó, pero a Hernández le importaba muy poco: en México se paseaba sin mayores problemas: viajaba de Cancún a Monterrey, Ciudad de México y Tamaulipas. Fue detenido en Ciudad Victoria cuando circulaba en una motocicleta deportiva.

Se supone como última información que Osiel Cárdenas sería entregado a las autoridades mexicanas en el cruce fronterizo con Estados Unidos. Tras ello presuntamente continuaría detenido, pues tiene juicios abiertos por delincuencia organizada en el territorio mexicano.

Ahora, con la libertad de tantos criminales, ¿qué le queda al gobierno mexicano?