Unos fomentan miedo, otros la paz: Chiapas sola, entre muertes y esperanzas.

La situación chiapaneca demuestra día a día que la seguridad no es de interés gubernamental. La realidad del estado sureño reproduce, cada vez más, una problemática nacional. Ello quedó demostrado con la presencia de AMLO y su sucesora, en la inauguración de un puente que seguramente favorecerá, más que a la sociedad, al crimen organizado –respaldado tal vez por el sistema corrupto que en Chiapas se les ha plegado, tanto a los criminales locales como a los cárteles de Sinaloa y el CJNG, entre otros posiblemente–.

Por décadas, cada sexenio da la espalda con hechos reales, al estado mexicano tal vez más necesitado de una práctica política que favorezca al desarrollo social.

Mientras prevalezca la apatía, insensibilidad o cobardía de quienes dirigen instituciones del gobierno y de los poderes presuntamente creados para preservar la seguridad de la sociedad a la que deben servir, Chiapas será territorio minado por narcos, criminales de toda calaña, de mexicanos contra mexicanos, de revanchas, no justicia. Mientras, algunos expresan su anhelo porque la trágica situación cese y el territorio, un día, regrese a lo que hace tanto tiempo fue una tierra de valores ancestrales, humilde, pero de quienes la habitaban más para el bien que para el mal.

Grupo armado patrulla Chiapas. Dejan mensajes y siembran terror.

La tranquilidad de los municipios de Ixtacomitán, Solosuchiapa, Ixhuatán, Tapilula, Rayón y Pueblo Nuevo fue abruptamente interrumpida la noche de este martes, cuando un grupo armado, compuesto por hombres con el rostro cubierto y portando armas de grueso calibre, recorrió las calles de estas localidades en un acto que ha sembrado el pánico entre los habitantes.

Grupo armado, presuntamente una «autodefensa», portando armas de grueso calibre en calles chiapanecas, en la tarde-noche de este 7 de agosto de 2024. Imagen: Cortesía del autor para OjodeHipopótamo.

Los testigos afirman que el grupo, desplazándose en varias camionetas y autos, como se percibe en videos tomados por lugareños, patrulló los poblados con una actitud intimidante, supuestamente con el objetivo de realizar una “limpia” de otros delincuentes en la zona.

Los pobladores, aterrorizados por la presencia de estos sujetos, se han mantenido escondidos en sus viviendas, temerosos de un enfrentamiento que pudiera desencadenar una escalada de violencia.

El terror se amplificó cuando, en uno de los quioscos de un municipio, fue encontrado una manta que advertía sobre la presencia y las intenciones de este grupo. El mensaje, mal escrito y con lenguaje amenazante, decía [sic]:

Mensaje para el Cartel:

En estos municipios no queremos cualquier tipo de cartel, si vemos la prencia de alguno le vamos a partir su madre, ya sabemos que hay gente involucrado, es una advertencia, si guerra quieren guerra tendrán.

Att: fuera Cartel

Manta colgada por presunta «autodefensa» en quiosco de parque central de una municipalidad chiapaneca este 7 de agosto de 2024. Imagen: Cortesía del autor para OjodeHipopótamo.

Este acto ha generado una atmósfera de incertidumbre y temor en la región, donde los rumores sobre la posible aparición de un nuevo grupo de autodefensas o del crimen organizado se extienden rápidamente. La comunidad, que ya vive bajo la sombra de la violencia en el estado chiapaneco, ahora se enfrenta a la amenaza latente de un nuevo conflicto armado.

La tensión en los municipios es palpable, con calles desiertas y comercios cerrados. Los habitantes, desconfiados y temerosos, prefieren mantenerse resguardados en sus hogares, esperando que la situación no empeore. Hasta el momento, las autoridades locales no han emitido un pronunciamiento oficial sobre estos hechos, lo que ha incrementado la sensación de vulnerabilidad y desamparo entre la población.

Grupo armado, presuntamente una «autodefensa», recorriendo calles principales chiapanecas, en la tarde-noche de este 7 de agosto de 2024. Declaraban en alta voz sus presuntas intenciones protectoras. Imagen: Captura de video cortesía del autor para OjodeHipopótamo.

Este episodio es sólo el más reciente en una serie de eventos violentos que han afectado a Chiapas, una entidad que ha visto un incremento en la actividad de grupos criminales disputándose el control del territorio.

La falta de intervención por parte de las fuerzas de seguridad y la ausencia de un plan claro para garantizar la seguridad de los ciudadanos ha generado un clima de desesperación y miedo, que parece estar lejos de disiparse.

Impreso entregado por los miembros del grupo armado el 7 de agosto de 2024 en las calles de municipalidades chiapanecas a los pobladores. Imagen: Cortesía del autor para OjodeHipopótamo.

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Reinstalación del campamento, previo al ayuno y a la oración en apoyo al fin de la violencia. Imagen: Cortesía del autor para OjodeHipopótamo.

Reinstalan Campamento Civil por la Paz: indígenas tzotziles ayunan y oran por el fin de la violencia.

En la zona Altos de Chiapas, una región marcada por la violencia y el desplazamiento forzado, la comunidad de Nuevo Yibeljoj del municipio de Chenalhó ha dado un paso en su lucha por la paz: el Campamento Civil por La Paz, que fue originalmente establecido el 17 de octubre del año 2000, ha sido reinstalado como un símbolo de resistencia y esperanza.

Bajo el auspicio de la Organización Sociedad Civil “Las Abejas de Acteal”, los habitantes han organizado una “Jornada de Ayuno y Oración por la Paz y la Vida” en respuesta a la creciente ola de violencia que afecta a múltiples estados de México.

La decisión de reinstalar el campamento no es meramente simbólica; es una respuesta directa a lo que los organizadores describen como la “violencia desbordada y absurda” que asola a sus comunidades y a miles de mexicanos. Con una profunda sensación de frustración, los líderes comunitarios denunciaron la inacción y la presunta complicidad del gobierno estatal y federal en la escalada de violencia causada por grupos criminales. “Ante los oídos sordos de los gobiernos, entendemos que tienen un nivel de complicidad en la violencia”, afirmaron durante el evento.

El Campamento Civil por la Paz fue establecido en el 2000 como una respuesta al desplazamiento forzado que sufrieron los miembros de Las Abejas tras la masacre de Acteal en 1997, donde 45 personas fueron brutalmente asesinadas por grupos paramilitares. Este campamento, inicialmente levantado en el terreno de Juan Diego X-oyep, sirvió como refugio y símbolo de la lucha por la justicia y la dignidad. Hoy, la comunidad de Nuevo Yibeljoj reaviva este legado con un firme compromiso de resistencia no violenta.

Los participantes en la jornada de ayuno y oración manifestaron su rechazo a la narrativa oficial que minimiza la violencia en la región. “La reinstalación del campamento nos recuerda y nos compromete aún más con nuestra misión: construir la paz con métodos no violentos”, expresaron los organizadores. En un país donde las autoridades insisten en que la violencia es menor de lo que parece, argumentando que poseen “otros datos” –como tanto repite Andrés Manuel López Obrador–, las comunidades afectadas luchan por hacer visible la realidad que viven día a día.

Parte de la liturgia como parte del ayuno y la oración de los indígenas tzotziles con la reinstalación del Campamento Civil por la Paz “Las Abejas de Acteal”. Imagen: Cortesía del autor para OjodeHipopótamo.

Durante el evento, indígenas tzotziles de la Organización Sociedad Civil “Las Abejas de Acteal” hicieron un llamado a la paz y la justicia, exigiendo la intervención de las autoridades para frenar la violencia que azota a las comunidades indígenas:

Quienes queremos paz, justicia y vivir, caminar libres y sin miedo en nuestras comunidades, nos hemos organizado para juntar nuestros corazones y palabras y exigirle a los gobiernos [estatal y federal] que tomen en serio las demandas del pueblo mexicano, que desde cualquier rincón del país exclama: No más guerra, no más muertes”, expresó José Alfredo Jiménez, sobreviviente de la masacre de Acteal.

La situación en la región es cada vez más alarmante. Según ONGs y activistas, en los últimos meses se ha registrado un aumento en los desplazamientos forzados en las zonas indígenas de los Altos de Chiapas. Comunidades enteras, como La Esperanza, San José del Carmen y San Clemente, se han visto obligadas a abandonar sus hogares y refugiarse en casas solidarias, la presidencia municipal y la Casa de la Cultura de Chenalhó.

El desplazamiento más reciente ocurrió el 4 de agosto en la comunidad de San José del Carmen, donde 45 familias, compuestas por unas 250 personas, huyeron de sus hogares y se refugiaron en una casa solidaria sin recibir apoyo del gobierno municipal. Estas familias ahora viven con el temor constante de perderlo todo, mientras esperan que la situación se calme.

Reinstalación del campamento y jornada de ayuno y oración por la Paz y la Vida. Imagen: Cortesía del autor para OjodeHipopótamo.

El pronunciamiento de la reinstalación del campamento se suma al creciente llamado de organizaciones sociales que alertan sobre la intensificación de la violencia en la zona fronteriza de México-Guatemala. La delincuencia organizada ha provocado no sólo desplazamientos internos, sino también un éxodo hacia Guatemala que hemos divulgado.

En este contexto, han surgido reportes alarmantes sobre el reclutamiento forzado por parte de grupos criminales en varias comunidades de Frontera Comalapa y Amatenango de la Frontera. Según testimonios, el 1º de agosto, sicarios reclutaron al 50% de los hombres de estas localidades, mientras que a las mujeres no casadas y sin hijos se les ha obligado a cocinar para los hombres reclutados.

Reinstalación del campamento y jornada de ayuno y oración por la Paz y la Vida. Imagen: Cortesía del autor para OjodeHipopótamo.

Ante esta crisis, la reinstalación del Campamento Civil por la Paz en Nuevo Yibeljoj representa una luz de esperanza y un llamado a la acción para las autoridades y la sociedad en general. La comunidad reitera su compromiso con la paz y la justicia, y con la construcción de una autonomía que respete los derechos fundamentales de educación, salud, y el cuidado de la Madre Tierra y del Agua.

Esta jornada es un recordatorio de que, a pesar de las adversidades, la lucha por un futuro más justo y pacífico continúa viva en el corazón de Chiapas.