Chiapas: El sur que no importa

Todo es confuso en torno a “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López, con repercusión mediática, engaños, misterios y contradicciones, el hecho ha servido de cortina sobre uno más preocupante: la situación en el sur de México.

Chiapas es zona de alarma, abandonada durante sexenios por presidentes y a conveniencia de presuntos insurgentes o por inhumanas organizaciones criminales. En medio, una sociedad sin brújula, desprotegida y altamente empobrecida.

El jueves 21 de diciembre de 2023 la tragedia de Chiapas fue expuesta a López Obrador por Ernesto Ledesma, periodista y director de Rompevientos TV. El presidente mexicano refutó la realidad que Ledesma le exponía de modo alarmante.

Hoy la situación se ha ido de control. No es conocida a fondo ni se ha denunciado con voz alta. Chiapas contradice trágica y tristemente lo que precisamente alardea como dicho AMLO: “hechos, no palabras”. Nada o poco ha hecho, pero sí mucho parloteo: ha dejado sin amparo a parte de su sociedad, la más humilde de toda quizás.

Mario René Azmitia Zaldaña, Cónsul de Guatemala en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Imagen: Isaí López (cortesía) de El Heraldo de Chiapas.

Cónsul guatemalteco en Chiapas ante situación en frontera

En las últimas dos semanas, al menos 600 personas provenientes de Amatenango de la Frontera y otros municipios de la Sierra Madre de Chiapas han cruzado la frontera hacia Guatemala, huyendo de la violencia y el fuego cruzado generado por las disputas entre grupos criminales que operan en la región.

Mario René Azmitia Zaldaña, Cónsul de Guatemala en Tuxtla Gutiérrez, ha alertado sobre la grave situación en la frontera sur de México, particularmente en el estado de Chiapas. Azmitia destacó que los desplazados han tenido que caminar durante horas, incluso días, para escapar de la situación que los obliga a buscar refugio en Guatemala.

En respuesta a la crisis, el gobierno guatemalteco ha activado protocolos de ayuda humanitaria en diversas comunidades para asistir a estos migrantes. El Cónsul subrayó que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala ha comenzado a expedir tarjetas de migración por razones humanitarias, habiéndose emitido ya más de 300 de estos documentos.

En momentos como estos, es crucial que nos unamos en hermandad y apoyo mutuo. Debemos dejar atrás las fronteras divisorias y fortalecer los lazos entre nuestras naciones para brindar ayuda a quienes más lo necesitan”, expresó Azmitia.

Parte de los centenares de pobladores que están cruzando la frontera sur hacia Guatemala. Imagen: cortesía para el autor de Fredy Martín, de El Universal.

La situación en la frontera sur de México refleja la creciente crisis humanitaria derivada de la violencia en la región, que obliga a cientos de personas a buscar seguridad en países vecinos. Guatemala, a través de sus protocolos de ayuda, se posiciona como un pilar crucial en la asistencia a los desplazados, reafirmando el compromiso de la región con la solidaridad y el apoyo humanitario.

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Ataques, violencia, desplazamientos forzados

En los Altos de Chiapas, la comunidad de Esperanza perteneciente al municipio de Chenalhó ha sido testigo de una alarmante escalada de violencia. Al menos 800 personas han tenido que abandonar sus hogares ante la amenaza constante de ataques armados perpetrados por el grupo criminal conocido como “Los Herreras”.

Imágenes desgarradoras han salido a la luz, mostrando a mujeres, niños, adultos mayores y jóvenes huyendo desesperadamente de la violencia. La comunidad se ha visto forzada a buscar refugio entre las montañas y en otras localidades cercanas, todo en un intento por proteger su integridad y la vida de sus seres queridos.

El miedo y la incertidumbre se han apoderado de estas familias, que han dejado atrás no sólo sus hogares, sino también sus pertenencias y su sentido de seguridad. La violencia de “Los Herreras” no sólo ha afectado a Esperanza, sino también al municipio de Pantelhó, donde las comunidades viven bajo el constante temor de nuevos ataques.

Los desplazamientos forzados en esta región no son un fenómeno nuevo, pero la reciente intensificación de los mismos ha exacerbado la situación. Las autoridades locales han sido incapaces de controlar la violencia y brindar la protección necesaria a estas comunidades vulnerables.

Testimonios de los desplazados relatan el dolor de abandonar sus tierras y la desesperación de no saber cuándo podrán regresar. Los niños, en particular, están sufriendo las consecuencias psicológicas de este desplazamiento, mientras sus padres luchan por encontrar un lugar seguro donde establecerse temporalmente.

CHENALHÓ, CHIAPAS, 31 de JULIO de 2024.- Pobladores de La Esperanza ubicada casi en la frontera con el municipio de Pantelho se desplazaron forzadamente debido al incremento de la violencia en su región. El enfrentamiento entre diferentes grupos armados cada vez es más cercano a sus casas, donde desde hace meses ya no pueden cuidar de sus cultivos o ir a la escuela. FOTO: ISABEL MATEOS /CUARTOSCURO.COM

Las organizaciones de derechos humanos y ONG afines han alertado sobre la crisis humanitaria que se está gestando en los Altos de Chiapas. Hacen un llamado urgente a las autoridades estatales y federales para que intervengan de manera efectiva y brinden la ayuda necesaria a los desplazados.

La comunidad de Esperanza, como muchas otras en Chiapas, se enfrenta a un futuro incierto. La violencia de “Los Herreras” ha dejado una profunda herida en el tejido social, y la reconstrucción de la confianza y la paz será un proceso largo y difícil. Las historias de estas familias deben servir como un recordatorio urgente de la necesidad de abordar de manera integral los problemas de seguridad y protección en la región.

Mientras tanto, la esperanza de estas familias reside en la posibilidad de un regreso seguro y la restauración de una vida en paz. La comunidad de Esperanza, y tantas otras afectadas por la violencia en Chiapas, merecen una respuesta inmediata y efectiva que garantice su seguridad y bienestar.

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Ataque con dron provoca éxodo masivo

Al menos unos 400 habitantes de la comunidad de Nuevo Reforma, en el municipio de Chicomuselo, pertenecientes a la zona Sierra Madre de Chiapas, han tenido que abandonar sus hogares entre el lunes 29 y martes 30 de julio después de que un dron lanzara un explosivo en pleno centro del pueblo. La comunidad, situada cerca del 101o Batallón de Infantería, vive en el temor y la incertidumbre tras el ataque, según informan los pobladores locales.

La mañana del lunes, el dron soltó una bomba que cayó en la cancha principal del poblado, de unas aproximadamente 450 personas. Este incidente generó pánico y desató un éxodo inmediato. Sin previo aviso, hombres, mujeres y niños se apresuraron a dejar sus hogares con lo que tenían a mano, buscando desesperadamente un lugar seguro.

Con el miedo aún latente, los habitantes se trasladaron en vehículos hacia el embarcadero de la presa La Angostura. Su destino final eran municipios del altiplano chiapaneco, donde buscaron refugio en iglesias evangélicas, así como en las casas de familiares y amigos.

Habitantes de la comunidad de Nuevo Reforma, Chicomuselo, de la Sierra Madre de Chiapas, huyendo tras el dron que explotó el lunes 29 de julio de 2024 en el centro de su pueblo. Imagen: cortesía para el autor de Fredy Martín, de El Universal.

Algunos desplazados cruzaron entre lunes y martes en varias lanchas hacia el embarcadero de Leningrado, en el municipio de Tzimol. Desde allí, tomaron transporte público con la esperanza de encontrar un refugio seguro. También se dirigieron a iglesias evangélicas para obtener alojamiento temporal.

El desplazamiento no es un fenómeno nuevo en la región. Durante las últimas dos semanas, varias comunidades de Chicomuselo han visto a sus habitantes huir para encontrar refugio en otras localidades. En Siltipec, por ejemplo, hay un grupo de 250 desplazados que se encuentran resguardados en la clínica local. Además, más de media docena de comunidades, como Piedra Labrada, han quedado prácticamente desiertas, y barrios enteros de la cabecera municipal de Chicomuselo también han sido abandonados.

Habitantes de la comunidad de Nuevo Reforma, Chicomuselo, de la Sierra Madre de Chiapas, han tenido que irse de su pueblo desde el lunes 29 de julio de 2024. Imagen: cortesía para el autor de Fredy Martín, de El Universal.

A pesar de la magnitud de la crisis, las autoridades no han implementado hasta ahora ningún operativo de asistencia. Los 400 desplazados de Nuevo Reforma, que se encuentra cerca del 101o Batallón y la comunidad Pablo L. Sidar, continúan sin recibir ayuda humanitaria, medicamentos ni ropa.

La situación de los desplazados de la región es alarmante y subraya la urgente necesidad de una respuesta coordinada por parte de las autoridades para brindar el apoyo necesario a las comunidades afectadas.

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